Algunos objetos nos llaman la atención por su composición química, pero otros pasan desapercibidos como el vidrio, dicho objeto no es verdaderamente un sólido, es un liquido sobre enfriado. Lo que ocurre es que se trata un material viscoso y, por tanto, la velocidad con la fluye es lenta; tan lenta que tardaría cientos de años en lograr fluir a temperatura ambiente. Es por eso que se necesita 1500 °C para que este aumente su viscosidad y de esta manera las moléculas pierden el movimiento de traslación, se mueven tan lentamente que nunca encuentran la orientación adecuada para formar un sólido cristalino y mantienen una estructura amorfa que corresponde a un liquido sobre enfriado.

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